La ley federal permite a niños/as indocumentados/as en los Estados Unidos que han sido víctimas de abuso, abandono o descuido por parte de un padre, solicitar protección humanitaria bajo el programa Status especial para el inmigrante juvenil (SIJS). Los niños/as elegibles para este programa deben primeramente, ser puestos bajo custodia de una persona o entidad designada por un tribunal del estado y dicha corte debe haber llegado a la conclusión de que la reunión de ese niño o niña  con uno o ambos padres no es viable. Una vez que el procedimiento de la corte se ha completado, el niño o la niña puede mandar una petición de SIJS al Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS) y obtener residencia permanente en el país. Originalmente, el status especial de inmigrante juvenil era solamente para niños o niñas menores de 18 años.

Entre 2014 y 2015, más de 9,500 niños/as y jóvenes inmigrantes que llegaron sin acompañantes a la frontera estadounidense, fueron entregados a sus familiares y a otros adultos en el estado de California. Debido a este continuo aumento del arribo de niños/as a los Estados Unidos, la legislatura de California se preocupó por ayudar a adaptarse a la vida en EE.UU., a aquellos jóvenes recién llegados que habían experimentado abuso, abandono o descuido por los padres.

Así, la legislatura de California aprobó la ley AB-900, que entró en vigor el 1 de enero de 2016 y se implementó en los tribunales de sucesiones en julio de 2016. Esta nueva ley da a los tribunales de sucesión en California, la jurisdicción para nombrar custodias legales a

jóvenes de 18 a 20 años y permite así que esos jóvenes sean elegibles para el programa SIJS. Bajo la ley anterior, las custodias legales no estaban disponibles para mayores de 18 años. Ahora, las tutelas en California pueden ser solicitadas en un tribunal de sucesiones por un pariente u otro adulto, o incluso por la sala proponente, para jóvenes menores de 21 años de edad. La ley federal también modificó el requisito de límite de edad para SIJS y actualmente permite que las peticiones sean presentadas por solicitantes que tienen entre 18 y 20 años de edad.

Los jóvenes inmigrantes en los Estados Unidos fueron verdaderamente bendecidos por tener la ley que reconoce que 18 no es una edad apropiada para terminar con los servicios de bienestar para la infancia cuando es el caso de jóvenes que han sufrido trauma y cuyos cerebros se están desarrollando mucho más allá de esa edad. Debido a las vulnerabilidades particulares de esta clase de jóvenes, tales como necesidades especiales de lenguaje y educación, problemas de salud mental y problemas médicos, es extremadamente importante tener una relación de tutela con un adulto responsable después de los 18 años.